En el libro de Esdras leemos acerca de un pueblo acosado que enfrentó oposición por hacer lo que Dios les había encomendado. Procuraban reconstruir el templo que había sido destruido varias décadas atrás por las fuerzas de Nabucodonosor, y enfrentaban toda clase de obstáculos por parte de la gente del lugar.
Sin embargo, el pueblo de Dios logró completar exitosamente la restauración del templo. ¿Cómo? Mediante la adquisición de una cualidad espiritual que todos necesitamos en la vida cristiana: Perseverancia.
Dios sabe que la vida espiritual no es algo tan fácil. En este mundo vamos a enfrentar oposición, tanto de las personas como del enemigo de nuestras almas, el diablo. Jesús nos dijo “En el mundo tendréis aflicciones” (Juan 16:33).
Por lo tanto, si vamos a vivir de una manera que agrade a Dios debemos desarrollar la perseverancia. La Biblia está llena de ejemplos de personas que soportaron la oposición a su trabajo y como resultado recibieron su recompensa. Hebreos 11, que podríamos llamar “EL Salón de Fe” describe algunos de esos héroes.
¿Qué se requiere exactamente para adquirir perseverancia?
Hay cuatro elementos que juegan un papel definitivo:
- Recibir ánimo de otros. El escritor de Hebreos nos anima a reflexionar en las vidas de aquellos que enumera en capítulo 11. Se refiere a ellos como “tan grande nube de testigos” que no podemos ver, pero si podemos leer acerca de ellos en la Palabra de Dios y extraer lecciones de sus historias que nos inspiran.
- Despojarnos de estorbos. “Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia” (Hebreos 12.1). Esto significa que necesitas identificar aquellas cosas que nos pueden estancarnos, incluido cualquier pecado sobre el cual Dios nos llame la atención.
- Correr la carrea. Hebreos 12:1 nos sigue instruyendo: “Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Cuando se dificulta el avance, no retrocedemos ni huimos. No podemos darnos por vencidos, sino proseguir llenos de confianza y arrojo. Cuanto más perseveramos, más fuerte será nuestra fe.
- Fijar la mirada en Cristo. Hebreos 12:2 nos exhorta a mantener “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Nada nos ayuda a perseverar como ver el premio que tenemos por delante, y ese premio es Cristo mismo. ¿Quiere ganarse el premio? Entonces debe perseverar. Jesús promete ayudarle. Charles Stanley
Escrito por Charles Stanley
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