1. No se desanime; ganará eventualmente a alguno.
2. No hable de cosas irrelevantes; mantenga su candidato cara a cara con Jesucristo.
3. No discuta o demuestre irritación; Dios es amor.
4. No monopolice la conversación; que el hombre perdido hable de su trasfondo, experiencias y problemas.
5. No hable primero de la iglesia; Cristo tiene mejor reputación que su iglesia.
6. No haga preguntas que no obtiene una respuesta; obtenga si, si, si, hasta que obtenga un si para Cristo.
7. No se sienta obligado a responder todas las excusas; testifique para Cristo.
8. No sea desviado a una visita social o esté contento de dar una invitación para atender la predicación; presione por una decisión para Cristo.
9. No falle en tener una oración de consagración después que uno hizo una decisión de confiar en Cristo.
10. No falle en seguir y en seguir. Si al comienzo no tiene éxito, trate y trate y trate otra vez.
11. No vacile en presionar la apelación para Cristo en la conclusión de cada sermón y servicio.
12. No “se canse en beneficio”. En el tiempo oportuno recibirá la recompensa si no desmayes. Dios algunas veces parece que quiere ver si estamos realmente entregados a la tarea de ganar almas.
13. No falle en alabar a Dios por cada alma ganada.
14. No deje que el nuevo convertido sea tocado por el mundo incrédulo. Manténgalo cerca, enseñándole, entrenándolo, animándolo en todas las maneras posibles.
15. No bautice niños pequeños hasta la edad de nueve años. (Esta declaración es muy contraversial)
16. No ignore al pobre, al necesitado, al desagradable. Algunas veces ellos responden con más facilidad al mensaje del evangelio de salvación.
Del libro El Pastor y su Ministerio por W. A. Criswell
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