Ahora vayamos a la segunda letra. También rechazo el punto de vista hipercalvinista de la ELECCIÓN INCONDICIONAL. Ahora, cuando Dios nos da salvación, no hay cuerdas adjuntas. Dios no dice, “Te salvaré si haces buenas obras” o cualquier otra cosa. Esto viene de la gracia de Dios. Es para la alabanza de la gloria de Su gracia. Algunas veces las personas hablan de la gracia soberana como si recién hubiesen descubierto el término. Amigos, Dios es soberano y somos salvos por gracia. Cualquiera que no cree en esto ha sido bautizado en la ignorancia siete veces. Somos salvos por la gracia soberana de Dios… pero nunca interprete a la elección incondicional como el hecho que si tiene fe eso significa que hace algo por su salvación. Eso es jugar con las palabras. Es realmente ridículo.
Dios no pone condiciones, pero siempre hay una condición para los humanos… que viene de nuestro punto de vista. Y esa condición es fe. Tiene que creer. Otra vez veamos Juan 1:12: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Si le diese estas llaves y dijese, “Usted tiene el automóvil que va con ellas,” y luego dijese, “Es un regalo… incondicionalmente”… todavía tendría que recibirlo. Si usted no lo recibiese, no le haría ningún bien a usted. El hombre tiene una condición para ser salvo… Hechos 16:31: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo.”
Ahora, si dice que sólo algunas personas son elegidas y sólo algunas personas, por consiguiente, pueden ser salvas, entonces de ese modo está quitando todas las veces donde aparece la frase “todo aquel” en la Biblia y hace que todas ellas no sean más que supercherías. En la Biblia aparece muchas veces la frase “el que quiera.” Vaya a Mateo 23. Esta es la historia de Jesús yendo rumbo a Jerusalén… la multitud está allí cortando ramas y tendiendo sus mantos delante de Él diciendo, “¡Aclámenlo! ¡Aclámenlo!” Pronto ellos van a estar diciendo, “¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!” Van a crucificarlo y Jesús sabe lo que está a punto de acontecer y comienza a llorar. Jesús comienza a lamentarse por Jerusalén y esto es lo que dice en el versículo 37: ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!”
Ahora, amigos, si decimos que no podían en lugar que no querían, entonces esta es la charada más grande en la historia. Jesús está derramando lágrimas y dijo, “yo quise, pero ustedes no quisieron.” Esa no es elección incondicional. La idea de que un niño que nace hoy en este mundo, en la ciudad de Memphis, sin haber hecho ni bien ni mal, y que no tenga ni la mitad de probabilidades de ir al cielo… es decir que está yendo al infierno porque ese niño no es uno de los elegidos… la rechazo de plano con todo mi ser, rechazo que haya un niño nacido en esta ciudad en cualquier momento ante quien Dios le diga que no hay ninguna oportunidad… ninguna en absoluto… sólo hay algunos elegidos incondicionalmente. Jesús dijo, “yo quise, pero ustedes no quisieron.”
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