Me gustaría compartir algunos pensamientos acerca de la unidad. Todos nosotros estamos de acuerdo que a Satanás le gustaría traer entre nosotros (El cuerpo de Cristo) desacuerdo o división, y yo creo que muchas iglesias están sufriendo de amargura, falta de perdón, y aún odio. Hermanos, sí vamos a tener verdaderamente unidad, debemos tener tres cosas en nuestra vida…
1. Debemos tener vidas quebrantadas
Si queremos tener una buena relación con Jesús, lo primero que tenemos que aprender, es a dejar que nuestra voluntad sea quebrantada y sometida a la suya. (Nuestro Señor Jesucristo) El principio de avivamiento es el quebrantamiento. Es doloroso y humillante, pero es la única manera de obtenerlo. Es ser, no “yo”, sino Cristo en mí.
Gálatas 2:20
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
El “yo” tiene que doblegarse ante Cristo, quien no puede vivir plenamente en nosotros y revelarse a sí mismo hasta que ese “yo” duro y soberbio, que se justifica, que quiere hacer siempre su voluntad, que reclama sus derechos y busca su propio gloria, se doblegue. En fin, baja la cabeza ante la voluntad de Dios, admite tu error, rinde tu voluntad a la de Él, entrega tus derechos y despójate de tu propia gloria para que el Señor Jesucristo lo tenga todo y sea el todo en todos.
2 . Debemos tener humildad bíblica
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;”
Filipenses 2:3
No puedes tener unidad con otros cristianos si no quieres poner a otros antes que tu, en tu vida. No podemos preocuparnos de nosotros mismos primero, sino que tenemos que ayudar a otros y a sus necesidades.
¿Cómo podemos decir que queremos ser siervos de Dios cuando no estamos dispuestos a poner a otros primero? ¿Cómo podemos decir que somos siervos de Dios si estamos causándoles problemas a otros hermanos en Cristo?
“Sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Filipenses 2:7 y 8
3. Enfocando en el éxito de otros
Cuando podemos ser una ayuda en la vida de otros, así podemos estar en unidad los unos con los otros.
“no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.”
Filipenses 2:4
Cuando estamos pensando en lo mejor para otros, es difícil no estar en unidad. Entrenar hombres no es fácil, se requiere de paciencia y querer lo mejor para sus vidas, aún si ellos no piensen igual.
Cristo como “siervo” – se interesó en los intereses de otros y no los suyos.
En Filipenses 2:17-18 Pablo habla del “servicio de vuestra fe”: su gran preocupación era la de pensar en otros. Se gozaba del gozo de otros, demostrando la actitud de Ro. 12:15.
Como líder, si no tenemos otros hombres exitosos, puede ser que tampoco tenemos la verdadera unidad en nuestro equipo o iglesia. El verdadero líder tiene otros hombres exitosos y por querer lo mejor en sus vidas, hay un ambiente de unidad.
Entonces cuando puedes encontrar un líder enfocado en el éxito de otros, así también encontrarás “la verdadera unidad.”
Amen hermano. Gracias por este articulo. Dios les bendiga….