¹⁰Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, ¹¹persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor.

Llegamos al versículo diez después de una larga descripción que Pablo le hace a Timoteo para prepararlo ante los enemigos que iba a enfrentar. Pablo menciona más de 20 cosas que describen a los enemigos que Timoteo estaría enfrentando. (lea los versículos 1-9) Aunque hay una lista de 20 cosas que describen a los hombres en los últimos días, hay un tema común en la descripción de Pablo; Falsa enseñanza.

Pablo dedicó su vida a la vida de Timoteo para prepararlo y para hacer frente a estos enemigos. Ahora ha llegado el momento en que Pablo haga un pie al lado y que Timoteo siga. La pregunta es si Timoteo estará listo para enfrentar el reto. Pablo tenía toda la confianza de que Timoteo estaba preparado porque después de la lista que Pablo dijo, mencionó acerca de Timoteo: “Pero tú has seguido…”

La palabra traducida “sigue” se encuentra sólo dos veces en la Biblia: 1 Timoteo 4: 6 y Marcos 16:17 y significa “seguir fielmente.” Transmite la idea del discipulado, de conformarse plenamente al ejemplo de otra persona. Pablo sabía que Timoteo estaba listo porque Timoteo había sido fiel a permanecer al lado de Pablo independientemente de las circunstancias. Timoteo era leal a Pablo. Otros habían ido y venido; Como Bernabé y Demas, pero no Timoteo, ya que era especial , porque había permanecido y por esto Pablo lo amaba como un hijo y quería verlo éxitoso.

¿Qué hizo estar seguro a Pablo de la habilidad que Timoteo tenia para llevar la bandera del evangelio?La respuesta es la lista que Pablo dio describiendo todas las cosas que Timoteo había seguido fielmente.

Pablo permitió que Timoteo entrara en cada parte de su vida. No le ocultó sus luchas. No trató de protegerlo de ser perseguido. De hecho, enseñó que si vivía de la manera en que él vivía, podría esperar enfrentar las mismas luchas y pasar por las mismas persecuciones.

La imagen que vemos en estos versículos es la del verdadero discipulado bíblico. Es la vida en otra vida. Si vamos a preparar otra generación para continuar en la fe, nuestras vidas tienen que estar abiertas a los jóvenes que estamos entrenando. Debemos estar a su disposición. Tenemos que permitirles entrar en nuestras vidas. Tenemos que compartir con ellos nuestras luchas. Necesitan ver cómo manejamos las persecuciones. Necesitan ver cómo lidiamos con la adversidad. Si queremos tener hombres que continúen después de que nos hayamos ido, entonces debemos dejarlos entrar en nuestras vidas; No, debemos invitarles a nuestras vidas.