Una de las cosas mas difíciles para una familia misionera es el adaptarse al llegar al país donde trabajaría. Es algo que mucho ni siquiera pueden entender hasta que lo hayan vivido. Aun los que han viajado fuera de su país, no entiende porque es diferente cuando sabes que no vas a regresar por mucho tiempo. Hay tantas cosas que tienes que enfrentar al mismo tiempo que puede ser agobiante. Primero tiene el idioma. Para los que tienen que aprender un nuevo idioma te hace convertir en un bebé de nuevo. No puedes hacer nada para ti mismo y no puedes comunicar ni las cosas mas sencillas. Aun para los que han vivido en otro país por un tiempo, cuando regreses después de volver a tu país por una visita, puedes ser varias semanas hasta que te acostumbras de nuevo. Todo esto puede ser especialmente difícil para tus hijos porque dependiendo de sus edades, puedes ser que han olvidado algo de su idioma y necesitarán unas semanas o meses para volver a la normalidad. Luego hay la comida. El sabor y olores pueden ser extraños, aun repulsivos al principio y hay que tomar en cuenta que no comer su comida es muy ofensiva. Yo he encontrado que cuando decides adaptarse y que te va a gustar la comida, después termina siendo tu comida favorita, y aveces te gusta mas que la comida que comías antes. También tienes que aprender las costumbres que pueden variar tanto que parece que nunca vas a recordar todo. La forma que usas tus manos o dedos para señalar, o la forma que te paras con personas a tus espaldas, todo puede ser ofensivo si lo haces mal. Puede ser que toda esta presión va aumentando hasta que te estallas y no quieres salir de tu casa o hablar con nadie. Esto se llama choque de cultura. Ahora mientras que los adultos pueden enfrentarlo sin mucho problema, nos olvidamos de nuestros hijos. Aquí hay algunas cosas que pueden ayudarles con sus hijos mientras que se adaptan a la cultura.
I. Reconoce que Luchan También
El problem es que los niños muchas veces no muestran o verbalizan sus luchas y preocupaciones. Aunque son muy flexibles, también les cuesta adaptarse a los cambios y aveces no nos damos cuenta que es lo que está pasando. Si te das cuenta puede haber algunas señales que muestra su lucha como ser agresivos hacia sus hermanos y otros, cuando no están durmiendo muy bien, se quejan mucho y de todo. Una de las primeras cosas que he aprendido sobre como vencer este choque de cultura es hay que reconocerlo. La mayoría de las personas que no sobrellevan este problema, es porque no lo reconocen y no lo enfrentan. Esto es un reto aun mas grande con nuestros hijos porque aunque sabemos lo que nos sentimos nosotros, es mas difícil reconocer en ellos. Entonces aquí hay algunas cosas claves.
- Fíjate de ellos y sus acciones.
- Reconoce el comportamiento que está fuera de lo normal.
- Habla con ellos
- Asegúrales que todo va a estar bien.
II. Sé Positivo
Una de las señales mas claras que te está costando adaptarse a la cultura es estar quejando mucho y el deseo de volver a tu país. Las diferencias y el miedo puede causar malas actitudes, que te alejes de las personas y empiezas a hablar mal de ellos. La clave es cambiar nuestros pensamientos y actitudes lo que resulta en un cambio de acción. Porque es difícil que nuestros hijos reconocen las malas actitudes y porque no podemos cambiarlas hay que hablar con ellos y sobre todo dar buen ejemplo. Nuestros hijo confían en nosotros para seguridad y dirección entonces cuando nos quejamos y tengamos mala actitud también van a hacer lo mismo. Entonces tenemos que ser el líder en la familia y asegurarles que todo va a estar bien. Aquí hay algunas cosas claves.
- No te quejas de la comida, el idioma o las costumbres.
- No estés duro o brusco con ellos por el estrés que estás enfrentando.
- Hablo en una forma positiva de la comida y cultura aun si te es difícil.
- Puedes hablar de tus luchas también pero enséñales que el Señor les ayudará.
III. Dales Tiempo y Diviértanse
Si mantienes una buena actitud y trabajas para adaptarse a la cultura el único ingrediente que falta es el tiempo. Demora para que adaptes a una cultura y que llegue a ser parte de ti. He escuchado que tienes que dar por lo menos dos años y si puedes quedarte dos años empiezas a sentirte como en casa. Lo mismo se aplica a los niños. Hay que darles tiempo y pasa tiempo con ellos para ayudarles a entender y sobrellevar las dificultades. Tu familia tiene que ser tu prioridad antes de que empiezas al ministerio y tienes que asegurar que se están adaptando para que puedan servir a Dios juntos como familia. Aquí hay algunas cosas claves.
- No se quedan en casa. Salgan a conocer la gente y cultural.
- Toma el tiempo necesario antes de empezar tu ministerio.
- Diviértanse como familia
- Tenga un tiempo designado que pasa con tu familia cada semana.
Ser misionero será una de las cosas mas gratificares que habrás hecho en tu vida si es que te puedes adaptar a la cultura. Tienes que mantener una buena actitud y determinación que se van a adaptar y algún día te sorprenderás que las cosas que eran difíciles antes ahora son normales y ni te das cuentas que las haces. Te sentirás mas en casa donde estás trabajando que tu país de origen.
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