Estamos viviendo en un mundo de Cristianismo postcultural. Nuestras iglesias ya no pueden esperar que los invitados se aparezcan simplemente porque tenemos las puertas abiertas. Tenemos que orar. Tenemos que ser deliberados.

Por naturaleza esta publicación es muy práctica. Sin embargo puede ser un paso positivo en la obediencia a la Gran Comisión mientras busca presentarle el Evangelio a la gente y crear más conversaciones sobre el Evangelio.

Entonces les presento cinco pasos para alcanzar y retener invitados. La mayoría de ellos se pueden implementar en la iglesia ahora mismo.

1. Cree una cultura de invitación. Una de las razones principales por las que nuestras iglesias no tienen invitados es clara: No estamos invitando a la gente. En mis indagaciones para el libro, The Unchurched Next Door, descubrimos que casi ocho de diez personas no congregadas irían a la iglesia si las invitásemos y las acompañásemos a los servicios de adoración. Si los invitamos entonces vendrán. Señalaré este asunto con mayores detalles la semana siguiente.
2. Asegúrese de tener un “flujo de invitados” positivo. Nelson Searcy, en su libro Fusion, creó esta guía para el número de invitados que llegan por primera vez a los servicios de adoración cada semana. Si el número de los invitados que llegan por primera vez a la iglesia es menor a 5, entonces necesita descubrir dónde se hallan los desafíos.

• 3 invitados que llegan por primera vez por cada 100 en el servicio de adoración: modo mantenimiento
• 5 invitados que llegan por primera vez por cada 100 en el servicio de adoración: modo crecimiento
• 7 invitados que llegan por primera vez por cada 100 en el servicio de adoración: modo crecimiento rápido

3. Esté preparado para los invitados cuando lleguen. Los estudios que hemos visto indican que tenemos entre cinco a siete minutos para causar una primera buena impresión para cuando los invitados lleguen. Nuevamente, hablaré más de esto en publicaciones futuras.
4. Encuentre una forma de conseguir información de contacto de los invitados. Pídale a los invitados que llenen una tarjeta del visitante, pero recuerde que menos es más. Si simplemente le pedimos un correo electrónico y un nombre somos propensos a conseguir buenas respuestas. Y si decimos que haremos una contribución a un ministerio local (como de $5 por cada tarjeta entregada), conseguiremos una mejor respuesta.
5. Contáctese con los invitados dentro de las 24 horas. Si tiene sus correos electrónicos entonces envíeles un correo electrónico personal. Si tiene sus números telefónicos envíeles un mensaje de texto. Estos contactos pueden ser breves, pero casi siempre incrementan la probabilidad de una nueva visita. Su meta no es sólo alcanzar a los invitados, sino también retenerlos.

Tal como me lo han pedido, estoy siendo más deliberado sobre sugerir recursos prácticos que acompañen estas publicaciones. Una buena fuente es “How to Retain Guests More Effectively.”

Alcance invitados. Mantenga a los invitados. Tenga conversaciones sobre el Evangelio.

Vea lo que Dios hará.