Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 1 Corintios 12:13,14
La iglesia es como un cuerpo. Es un organismo compuesto de muchos miembros (individuos). Como los miembros del cuerpo humano, cada miembro de la iglesia tiene una función y propósito importante. La iglesia es el lugar más diverso en el mundo, y con toda esa diversidad debe ser el lugar más armonioso. La armonía de la iglesia depende del compromiso y la participación de todos.
La participación de todos en la iglesia es esencial para la eficacia de ésta en el mundo y para el beneficio mutuo de los miembros en particular. El involucramiento de todos en la iglesia es esencial. Este capítulo nos enseña que el Espíritu mismo y Dios están involucrados en la colocación de los miembros dentro del cuerpo (12:14,18)
Hay tres actitudes peligrosas que los miembros del cuerpo de Cristo deben evitar.
- La actitud del ausente – no soy tan importante para la iglesia porque no tengo nada que ofrecer.
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 1 Corintios 12:15,16
La verdad es que cada persona tiene una función importante porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos y Dios nos ha colocado en el cuerpo como él quiso. Sin ti la iglesia no puede lograr su máximo potencial.
- La actitud del arrogante – soy más importante que los otros porque tengo más para ofrecer.
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; 1 Corintios 12:21,22
La verdad es que los miembros que parecen más débiles, son los más necesarios. En la iglesia somos colaboradores no somos competidores.
- La actitud del apático – estoy aquí para recibir y no quiero ofrecer nada.
Para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 1 Corintios 12:25,26
La verdad es que los miembros deben ser más que asistentes, dándose cuenta que Dios nos ha creado para vivir en comunión los unos con los otros.
John McArthur dijo; Un cristiano que no tiene un ministerio es una contradicción. Es desobediente y le niega a Dios el derecho de usarlo en la forma en que se propone y por el que le ha dotado.
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