En la noche del 22 de mayo en Manchester UK, se produjo una tremenda explosión en un concierto de una conocida cantante de ese país. En esa oportunidad una persona llevaba oculta entre sus ropas, un cargamento letal, que hizo explotar en medio de una multitud, dejando muchos muertos, otros muchos heridos, y la gran mayoría de miles de personas conmocionadas, afectadas psicológicamente.
La Palabra de Dios dice en Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”
Sin duda Satanás el Diablo intentará una y otra vez incansablemente, lograr su propósito que es, destruir la obra de Dios. Y la iglesia que es el “que” de 2 Tesalonicenses 2:6, será su objetivo principal.
Su estrategia poderosa, es animar a creyentes que no confiesen pecados, que los mantengan ocultos. “Nadie sabrá de tu pecado”. Pero el Señor nos dice en Marcos 4:22 “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.
Por tanto; es como esconder pecado en nuestra vida y mezclarnos entre los hermanos en la iglesia, haciéndonos pasar por fieles, y piados hijos de Dios, más cargamos oculto en nuestra vida un tremendo artefacto explosivo, como lo es el pecado sin confesar, oculto, que en algún momento detonará.
Si eres líder en la iglesia, causará esa explosión mucho daño. Porque se verán afectadas muchas personas a tu alrededor. Tal vez cuando ocurra esta explosión, es decir; el pecado salga a la luz, la iglesia se divida, se desalienten muchos en la iglesia, al punto que se apartarán de la iglesia y del Señor. Lo más grave; el nombre de Dios será deshonrado.
Todos se sentían seguros allí; pero había una persona haciendo el trabajo para Satanás al no confesar su pecado. Mantenía oculta una carga explosiva.
Es una realidad que en muchas iglesias cuando un pecado ha detonado, causando división, hasta cierre de una iglesia o ministerio, y muchos heridos.
Son tan graves las consecuencias de mantener oculto el pecado sin confesar, que es comparable con un atentado terrorista en la iglesia espiritualmente.
Quizás haya un terrorista en tu iglesia; espero que no seas tú.
1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
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