Pablo no olvida mencionar que hay una obra que corresponde hacer al creyente en la santificación. La presentación de la vida es el punto de partida para todo esfuerzo humano (Ro. 12:1). Esta es una ofrenda de una vez y para siempre de uno mismo sin reservas. El corolario de esa presentación positiva es el rompimiento con el pecado (Ro. 6:1-13). Es un rompimiento basado sobre el reconocimiento de que el creyente. por causa de su unión con Cristo, ya ha crucificado la carne (cf. Gá. 5:24). Los tiempos aoristos en Romanos 6:1-10 y Gálatas 5:24 decididamente muestran que la obra de la crucifixión de la carne ha sido completamente hecha para el cristiano una vez por todas. Le resta al individuo darse cuenta de ello y sobre la base de ese reconocimiento hacer una presentación de sí mismo. La oración tendrá un lugar importante en esto, porque es a través de la oración que aprendemos lo que ha sido hecho a nuestro favor (Ef. 1:15-22, Fil. 1:9-11, Col. 1:9-11), y es sobre la base de ese conocimiento que puede hacerse una consideración inteligente (Ro. 6:1-13).
Cuando alguien es mejor que tú
Durante el proceso de colegio me encantaba hacer deportes y las matemáticas, lo mejor de esto es que habían talleres y olimpiadas de estas dos cosas. Pero había que empezar a practicar todos los días después del colegio con cada una para poder calificar a una...
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