En mi opinión no hubo rey en Israel con más potencial y quién tuvo el porvenir más asegurado que el rey Roboam, el hijo de Salomón. Él heredó un reino durante una época de paz con una buena economía. Él fue preparado y enseñado por su padre, el hombre más sabio del mundo. Roboam tuvo a su alcance todas las enseñanzas del libro de Proverbios. En los ojos de todos observando su crianza, este joven fue destinado a seguir en las pisadas de su padre.
Sin embargo la historia de este príncipe no terminó como el final de un cuento de hadas. En poco tiempo Roboam dejó en pedazos el reino que su padre y abuelo habían edificado. Por su insensatez Roboam rechazó el consejo de los hombres ancianos, los cuales le aconsejaron servir al pueblo y hablarles con buenas palabras. En vez de seguir ese consejo, Roboam quería alardear de su poder y autoridad sobre su pueblo. 1 Reyes 12:13,15 dice que Roboam “respondió al pueblo duramente” y “no oyó el rey al pueblo.” Como consecuencia de su insensibilidad, su autoridad fue rechazada y eventualmente ocurrió una rebelión, provocándose la división del reino de Israel. La vida de Roboam está marcada como un ejemplo de cómo uno no debe lidiar con la gente bajo su autoridad.
Estudiando el reinado de Roboam en 1 Reyes 12, quisiera marcar cinco observaciones sobre su manera de liderar y por qué fue destinado a fallar.
- Roboam no amó al pueblo como amó su posición sobre el pueblo.
- Roboam quería su posición para demostrar su autoridad sobre el pueblo en vez de su servicio hacia ellos.
- Roboam se preocupó con agrandar su reino, en vez de edificar al pueblo.
- Roboam fue llevado por sus emociones en vez de ser dirigido por la sabiduría.
- Roboam hizo lo que le parecía “lo mejor” para sí mismo, en vez de hacer lo que fue mejor para el pueblo.
Le aconsejaron a Roboam, “Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.” Cuando leo el consejo que los ancianos le dieron, me pregunto ¿por qué no quiso escucharlo? ¡Podría haber tenido un reino fructífero!
Y me acuerda de las instrucciones dadas a los pastores en 1 Pedro 5:2,3.
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.”
Si no tenemos cuidado como los pastores y líderes de iglesias; corrimos el riesgo de convertir nuestro ministerio en el reino de Roboam.
0 Comments