Liberación sin Abandono
Le animaría a que mantenga la relación. Asuma el rol de animador de los creyentes y los nuevos líderes. Ellos necesitarán ese estímulo. Necesitan saber que no los ha abandonado, que todavía cree en ellos, que ora por ellos y que está allí cuando necesitan su ayuda.
La Empatía con Otros Tiene que Involucrarse en la Transición
Y finalmente me gustaría que considere eso: póngase en los zapatos de los jugadores. Y hay tres jugadores principales cuando piensa en la transición: se encuentra el nuevo líder que asume la iglesia; el líder antiguo—esa persona es usted, probablemente—que se está retirando; y también la congregación. Cada uno de los miembros pasa por una diversidad de fases y sentimientos emocionales cuando se realiza la transición de un líder a otro.
Las tres veces por las que he pasado esta transición han sido un poco diferentes, porque dos fueron en un equipo de plantación de iglesias, es así que esas fueron un poco más fáciles. Nunca fui la persona responsable en alguno de esos equipos. Pero en la primera plantación de iglesia, la cual plantamos mi esposa y yo, tuvimos una transición difícil en el sentido que la gente pasó de tenernos allí todo el tiempo a que no estemos para nada. Y ellos eran todo lo que habíamos conocido, y muchos de ellos eran nuevos creyentes, y es así que habíamos caminado con ellos por sus primeras etapas de fe hasta verlos crecer como seguidores de Cristo. Entonces fue muy importante la forma en que manejamos aquellas transiciones. Tiene que tener cuidado con regresar y herir el nuevo liderazgo. Tiene que darles espacio para que comiencen a desarrollarse como líderes. Ellos harán las cosas de manera diferente. Eso es natural. Y tenemos que estar dispuestos a permitirles hacer eso porque ahora ellos son los que sirven. Tenemos que tener mucho cuidado con eso.
Entonces las transiciones pueden ser difíciles, pero necesitan pensarse con detenimiento. Y necesitamos ser deliberados en nuestro andar con ellos a lo largo del proceso y tener líneas abiertas de comunicación con el nuevo liderazgo para que entiendan nuestro corazón y deseo, tienen que saber que estamos orando por ellos y que estamos allí para animarlos—pero que no vamos a regresar, asumir la conducción y echarlos. Es así que he visto buenas transiciones así como malas transiciones en mi vida, pero pienso que de hecho es muy útil ser muy deliberados con respecto a la consideración de los pasos en la transición.
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