¿Qué Están Buscando los Perdidos en Nuestra Cultura?
Una de las áreas en las que los plantadores de iglesias y las plantaciones de iglesias tienen problemas es el área del evangelismo, entonces prestémosle atención a este asunto. Algunas veces pienso que esta es la ecuación que tenemos en mente: que tenemos una cultura perdida, y siempre y cuando plantemos una iglesia relevante o tengamos un servicio que atraiga a las masas, tendremos una cosecha. Pero lo que realmente no entendemos algunas veces es que la mayor parte del tiempo la cultura perdida no está buscando una iglesia relevante. No están buscando un servicio relevante. El hecho que sea agradable, que esté a la moda o que tenga algo que encaja en la cultura no necesariamente significa que eso sea lo que la cultura está buscando. Algunas veces nos esforzamos bastante en la estructura, en cómo funciona la iglesia, en el servicio o en el tipo de música, pero no nos damos cuenta que a veces las personas no vienen a la iglesia para encontrar ese tipo de lugar.
Tomando Parte en el Evangelismo
Se Requiere de Tiempo
Hay algunos asuntos en el evangelismo y el desarrollo de discípulos a los cuales queremos prestarles atención. Primero que nada la demanda de tiempo. El evangelismo y el discipulado requieren una gran inversión de tiempo. No podemos usar simplemente métodos cortados con el mismo molde. No estamos lidiando con artefactos donde podemos poner a funcionar una máquina de producción en masa y ésta fabricará seguidores de Cristo maduros. El evangelismo, si vamos a hacerlo bien y de la manera correcta, va a requerir tiempo. Tenemos que ver al individuo. Ya hemos considerado algo de la reunión de nuestra audiencia, de hablar con ellos y de la investigación de la misma. Pero si queremos hacer bien el evangelismo entonces vamos a tener que invertir gran cantidad de tiempo. Vamos a tener que invertir tiempo en el discipulado de la gente. Las personas vienen con una diversidad de asuntos en sus vidas así como una variedad de problemas que no se borran fácilmente. Los resolvemos mientras caminamos al lado de ellos semana tras semana, año tras año.
Póngalo en Su Horario Semanal
El evangelismo y el discipulado requieren gran cantidad de tiempo, y tenemos que asegurarnos de separar tiempo para hacer aquellas cosas. Conozco a algunos plantadores de iglesias que tienen los dones necesarios para el evangelismo y las áreas del discipulado, y es así que pasan mucho tiempo en esa área. Pero conozco a otros que tienen talentos para otras áreas del ministerio, y el evangelismo y el discipulado algunas veces son un desafío para ellos. Lo he visto en mi propia vida, tenía que asegurarme de separar tiempo y decir, “Voy a pasar por lo menos 10, 12 o 15 horas en el evangelismo esta semana y luego me rendiré cuentas a mí mismo para asegurarme de estar invirtiendo ese tiempo en aquellas áreas del ministerio.”
Se Requiere de Acción, No de Palabras Solamente
Además también significa que tenemos que entender que el evangelismo es más que simplemente la proclamación. Es más que palabras. También son obras. La proclamación del evangelio es una parte importante para hacer conocido a Cristo. Se nos dice que prediquemos la Palabra dentro y fuera de tiempo. Hablamos—Pablo habla—de dar a conocer el evangelio de Jesucristo mediante la proclamación de éste, la predicación de éste. Pero también necesita mostrarse en nuestras obras—en la forma en que practicamos nuestra fe. Se habla de esto en Santiago 1.
Compromiso Significativo con Nuestra Comunidad
Tercero, tenemos que prestarle atención a nuestro compromiso significativo con nuestras comunidades. Se corre el peligro de aislarnos de nuestras comunidades. Cuando los equipos de plantación de iglesias se encuentran en una situación dada algunas veces se aíslan dentro de su propio equipo. En otras situaciones tenemos nuestro propio mundo, y ocasionalmente vamos a la comunidad y regresamos rápidamente una vez que hemos hecho nuestro trabajo. Necesitamos asegurarnos de estar comprometidos significativamente con nuestras comunidades.
Michael Frost habla de amar la comunidad, abrazarla y verla como casi un amante. Y cuando tiene una enamorada, o una cónyuge y la ama de hecho querrá pasar más tiempo con ella. Quiere tener aquel tipo de momentos significativos y encantadores. Necesitamos tratar a la gente que queremos ministrar de la misma forma, no como un medio para el fin, no como personas a las cuales queremos verlas venir a Cristo y que se sienten en nuestras bancas para que nuestra iglesia crezca, sino que tenemos que tener tiempo significativo con ellos para verlos crecer y alimentarse como seguidores de Cristo. Y tenemos que ser muy deliberados e intencionados con respecto al evangelismo. Esto no es algo que aparece de casualidad, tenemos que planear. Tenemos que pensar detenidamente en cómo podemos satisfacer las necesidades de nuestra audiencia.
Tomando Parte en el Discipulado
Otra forma en la cual podemos trabajar en las áreas del discipulado es mediante la utilización de grupos pequeños. Los grupos pequeños pueden ser un punto de reunión importante para ver hombres y mujeres alimentados en su fe. Sé, por los pequeños grupos en los que he formado parte y los que he visto funcionar, que pueden ser lugares especiales donde las personas tienen la oportunidad de derramar sus corazones y hablar de los malos momentos en sus vidas. Y como seguidores de Jesucristo nos reunimos en torno a ellos. Oramos por ellos. Y caminamos a su lado mientras viajan por aquellos momentos difíciles de la vida.
Entonces encuentre tiempo para el evangelismo y el discipulado, hágalo deliberadamente y rinda cuentas. Asegurarnos que no descuidamos aquellas áreas es importante, porque algunas veces—si ha estado en el ministerio sabe—los muchos otros aspectos del ministerio pueden robarnos el tiempo que necesitamos para el evangelismo y el discipulado. Entonces le animo, como plantador de iglesias, a que se asegure de proteger ese tiempo, a que no permita que ese tiempo sea absorbido por otra área, y que se involucre significativamente con la gente mediante conversaciones y acciones para que vea crecer el reino con santos alimentados.
Creo que parte, y solo es parte del problema, consiste en nuestras definiciones. Nuestras concepciones de evangelismo y discipulado, así como el concepto que tenemos de iglesia, en mucho determinan nuestra práctica cristiana. Nuestra cosmovisión del mundo está influenciado por lo que pensamos de él y lo que esperamos también. Mientras nuestras percepciones de la comunidad no sean vistas a través del lente de la Escritura, siempre estaremos pensando muy, demasiado humanamente. La responsabilidad de ambos (evangelismo y discipulado) es de la iglesia, y es por ello que es de suma importancia determinar con precisión dichos conceptos. Dios nos ayude a hacer bien el trabajo, afuera y adentro de la iglesia local, tanto como ministros asalariados, como laicos voluntarios. El trabajo es de toda la iglesia.
Gracias por su comentario! Que Dios le bendiga.