Estamos viviendo tiempos difíciles, las personas son cuestionadas por su carácter, ya sean los políticos, gobernantes o la misma policía, esto no es una excepción para los siervos de Dios, pastores o misioneros, Dios busca excelencia de nosotros y quiere que seamos buenos ministros del evangelio
Para serlo el apóstol Pablo nos muestra en 1Tim 4:6,16
Veamos 4 cosas para ser un buen ministro del Señor
1. Estar nutrido con la palabra de Dios 6
Es importante tener tiempo con la palabra de Dios, no solo leerla si no nutrirme, leer para alimentarme, alimentarme para nutrirme, nutrirme para vivir saludablemente, algunas veces el enemigo nos engaña haciéndonos pensar que ya sabemos algo o que no tenemos necesidad de volver a estudiar, cada día tenemos que seguir aprendiendo, el día que dejamos de aprender comenzaremos a retroceder. Sigue nutriéndote, lee, aprende, memoriza, comparte, vive y practica la palabra de Dios, apóyate con buenos libros y estarás bien nutrido
2. Trabajar a pesar de las dificultades 10
Dios creó el trabajo, es necesario trabajar, pero cuanto más en la obra del Señor, la iglesia crece por que el Espíritu Santo aumenta los creyentes, pero necesitamos trabajar aunque tengamos dificultades, trabajemos con esperanza que Dios bendecirá nuestra labor para su honra y gloria, aprovecha tu tiempo, no desperdicies oportunidades, donde otros ven conflictos debemos ver nuevas formas de trabajo.
Pensemos siempre en innovar, ¿Qué más puedo hacer en el ministerio? A donde miremos hay necesidad del evangelio, entonces tenemos que trabajar con la perspectiva correcta PARA SU GLORIA
3. Ser ejemplo en todo 12
Ser ejemplo cuesta, es el producto de una vida piadosa a solas con Dios, somos cartas abiertas, el mundo nos observa, esperan que caigamos, pero debemos ser el ejemplo que ellos necesitan, Pablo menciona el área de nuestras palabras, conducta, amor, espíritu, fe y muy importante, la PUREZA
4. Mantener la guardia 14 (No descuidarnos)
No pensemos que hemos llegado a la meta, no existen las vacaciones espirituales, cuidado con los pensamiento de autosatisfacción o de creer que somos tan inteligentes o tan fuertes, no nos descuidemos, dependamos de Dios siempre, tenemos que ocuparnos, permanecer, tener cuidado de uno mismo.
Dios quiere que seamos buenos ministros, que usemos nuestro tiempo con sabiduría para su honra y gloria, de esta manera nuestros ministerios crecerán saludables y podremos alcanzar al mundo perdido
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