¿Por qué ir? por Jason Kenney

by | Feb 11, 2016 | Ministerio | 0 comments

“¿Por qué estás en Chile?” Es una pregunta que hemos recibido más veces de las que podríamos recordar. La pregunta no me molesta para nada porque es una puerta para testificar del Señor. Normalmente respondo con una respuesta casual dando un cumplido como, “Chile es el único país donde puedo encontrar completos.” Generalmente esa respuesta provoca una sonrisa y me lleva a la oportunidad para dar la razón verdadera por la cual llamaríamos a Chile nuestro hogar.

Si estás sirviendo a Dios en un ministerio, sea como pastor o laico o si tu deseo es salir de tu país para realizar una obra misionera, hay que descubrir el motivo detrás del deseo. Hay que preguntarse, “¿Por que?”

Por ejemplo, después de 8 años en Chile todavía estoy asombrado por la grandeza de los Andes, especialmente después de una lluvia fuerte que limpia el aire sobre la ciudad. ¡Es una vista maravillosa! Es una buena razón por la cual vale la pena visitar Chile, pero no es una razón suficiente para ser un misionero aquí. Si el motivo fuera los Andes, habría mucha decepción cuando el smog vuelve al final del día. El motivo debe ser algo mayor.

El amor de Cristo nos motiva a ir.

El apóstol Pablo escribió que “el amor de Cristo nos constriñe.” El amor de Cristo debe controlarnos; nuestras acciones, actitudes y motivos. Donde vayas y lo que hagas debe ser motivado por mucho más que los factores temporales y terrenales. Si no es el amor de Cristo que nos está dirigiendo al campo misionero, plantar una nueva iglesia o empezar un nuevo ministerio, entonces sería mejor no ir.

El amor de Cristo nos motiva a permanecer.

Ir es una cosa, quedarse a pesar de las dificultades es otra. Una de las grandes características requerida del obrero cristiano es la de la paciencia. En el ministerio hay desanimo, decepción y fracasos por eso es importante que el obrero de Dios tenga claro su motivo. Se necesita la determinación a permanecer. Si no es el amor de Cristo que nos está motivando; cualquier prueba, dificultad o crítica nos causará renunciar.

El amor de Cristo nos motiva a amar a otros.

La realidad es que trabajar con personas puede ser difícil. Podría desanimarnos y decepcionarnos. 2 Corintios 12:15 dice “aunque amándoos más, sea amado menos.” Poder seguir ministrado a aquellos que nos aman menos es un tipo de amor más profundo del que nosotros podemos engendrar. El ministerio requiere el amor de Cristo que se convierte en amor por los demás.  Si no tenemos un amor sincero y genuino por la gente, nuestro fuego para hacer el ministerio apagará luego.

“Porque ellos salieron por amor del nombre de El…” (3 Juan 7) En ese versículo encontramos la única motivación que aguantará las dificultades que el ministerio representa. Si es algo menos que el amor por Él, no es un motivo suficiente.

Lee más artículos por Jason Kenney.

Suscríbete y

Recibe hoy un libro de Regalo

¿Quiénes Somos?

Acerca de Nuestra Generación

Somos un grupo de amigos de diferentes Iglesias Bautistas comprometidos con alcanzar a nuestra generación con el evangelio de Jesucristo.

Nuestros articulos populares

ARCHIVOS

0 Comments

Submit a Comment

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Listo para leer el siguiente artículo?

Cuando alguien es mejor que tú

Durante el proceso de colegio me encantaba hacer deportes y las matemáticas, lo mejor de esto es que habían talleres y olimpiadas de estas dos cosas. Pero había que empezar a practicar todos los días después del colegio con cada una para poder calificar a una...

Creacionismo v/s Evolucionismo

Si estás estudiando en el colegio o en la universidad te habrás dado cuenta cómo ha cambiado la ciencia en los últimos años. Lo que antes era una teoría, hoy prácticamente es un hecho. Me asombra ver cómo en los últimos diez años...