Mi tercera observación concerniente a las tres maneras de predicar se refiere al mejor método de desarrollar el mensaje de Dios. Es predicar con exposición. El mejor de todos los sermones es un sermón con exposición. Eso es, sin dudas, la manera más grande de construir una maravillosa congregación, predicar con exposición.

1. La primera regla de la oratoria desde el púlpito es mantenerla simple. Excesivas palabrerías indudablemente desvanecen deseable lucidez. Use principalmente inglés ordinario. La versión Rey Santiago de la Biblia es un testigo poderoso del simple y potente hermoso inglés. 2. Evite palabras que son demasiado familiares o no son familiares o palabras que son oídas a menudo. No confunda o estropee las palabras. Use el diccionario. 3. Sea breve. Es fácil de entender algo que es breve. Aún contratos legales, tradicionalmente palabreros y dificultad para entender, son cambiables. Mientras su duración disminuye, su comprensión por lo general aumenta. 4. Reconozca la connotación de una palabra tanto como su denotación. La denotación de una palabra es lo que significa precisamente; su connotación es lo que sugiere, su armónico. “Gordo” tiene una diferente connotación de “hinchado”. ¿Recuerda la observación de Mark Twain? El dijo, “La diferencia entre la palabra correcta y la palabra casi correcta es la diferencia entre el relámpago y el luciérnaga”.  5. Busque simplicidad. Si usted puede usar una palabra de una sílaba en lugar de una palabra de tres sílabas, hágalo. Así sucede, por lo general en las palabras anglosajonas, que son cortas, duras, valerosas y agregan claridad y fuerza a la escritura. La mayoría de los excelentes escritores usarán seis palabras, aún mediante el diccionario muestran que solo una palabra en diez viene del anglo sajón.