En la continuación de “consejos de un pastor”, veremos más consejos que serán muy útiles y de ayuda para el ministerio o iglesia donde Dios te ha puesto.
- Tener cuentas cortitas – pide perdón, arregla con Dios y con otros, no dejes pasar tiempo para arreglar cuentas.
- Cuida a tu familia – tu persona en el púlpito no es tan importante como tu persona y tu trato con tu familia.
- Tienes que ser el líder espiritual en tu casa.
- Trata a tu esposa como quisieras ser tratado (y lo mismo con la iglesia) – no la maltrates, uses, reproches en público, etc. – hemos abusado sobre el tema de “sujeción”. Cómprale ropa, dale dinero, amor, etc. Sé un caballero, amable, respetuoso, etc.
- Tu esposa es un reflejo de tu vida espiritual (y la iglesia también) – si tu esposa está amargada, enojada, etc., hay una razón del por qué.
- Aprende a sacrificar y a estar dispuesto a hacer lo que necesita ser hecho. No siempre nos gusta hacer algo o no siempre es fácil, pero como líder y siervo de Dios, es necesario estar dispuesto a hacer lo que necesita ser hecho.
- El ministerio tiene todo que ver con las personas – no estés tan ocupado que no tengas tiempo para influenciar a otros.
- Sé un siervo – no permitas que la posición llegue a tu cabeza.
- Ten un espíritu de sacrificio, muérete a ti mismo y toma tu cruz.
- Se generoso, el dinero es nada más que una herramienta
- Se perdonador y misericordioso – cometiste errores, entonces perdona a otros – da oportunidades como te fueron dadas a ti.
- Ama a tus hijos y aprende a reírte con ellos.
- Vé el bien en otros – no estés tan consumido contigo mismo que no puedes ver a otros.
- Aprende a trabajar con otros – todos tienen pasados diferentes, pero aprende a convivir en paz con otros.
- Es fácil tener un alto concepto de ti mismo, pero nunca debes olvidar de donde saliste.
- No desprecies el día de “comienzos pequeños” – David comenzó como pastor de ovejas. No pienses que necesitas cosas mejores o más grandes.
- No te compares, te frustrará nada más.
- Enfoca tus ojos en lo que está por delante.
- Recuerda estar al 100% donde estés.
- Medita – lee la Palabra de Dios y medita sobre la Palabra – pasa tiempo a solas con Dios.
- Busca, pregunta y sigue creciendo.
- La Predica
- Cuando prediques, habla con la gente. Busca siempre mejorar y práctica tu prédica – busca lo que funciona mejor.
- La casa de Dios es edificada por la prédica de Su Palabra, no permitas que la música y otras actividades tomen el primer lugar.
- Sé un predicador de la Biblia, no de opiniones. Alimenta a las ovejas, no busques reprochar a las ovejas. Ovejas saludables son ovejas que reproducen – entonces aliméntalas.
- No te enfoques en los problemas cuando prediques, enfócate en la Palabra de Dios. Hageo 1:13 – ´´Su mensajero predica Su mensaje´´
- El Crecimiento
- Haz preguntas, lee libros, escucha, mira, estudia.
- Júntate con hombres de Dios.
- Crece en el Señor – necesitas tiempo con Él. No camines solo, camina con Él.
- Estate dispuesto a crecer y cambiar cuando es necesario
- Crecer muchas veces viene de situaciones no cómodas – cambios y tiempos difíciles pueden hacerte fuerte.
- Si no controlas el tiempo, el tiempo te controlará. Solo porque uno está ocupado no significa que está haciendo bien o creciendo.
- Lee algo (temas) que no necesariamente te gusten.
- Aprende a filtrar todo lo que lees y filtra todo por la Palabra de Dios.
Jeffrey Bush
0 Comments