12 HÁBITOS QUE CONDUCEN AL DIVORCIO

by | Ago 2, 2018 | Ministerio | 0 comments

Por Dave Willis

Toda pareja casada ha hecho los votos que dicen “hasta que la muerte nos separe,” pero para muchos matrimonios, sus sueños de “para siempre” quedan aplastados por el divorcio. Según las estadísticas del gobierno que vienen de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, los Estados Unidos tiene como promedio un divorcio cada 36 segundos. Eso hace que aproximadamente hallan 2,400 divorcios por día, 16,800 divorcios por semana y 876,000 divorcios por año.

Entonces, ¿cómo detenemos esta epidemia que destruye matrimonios? Acercándolo a su hogar, ¿cómo debería proteger SU matrimonio? Estoy convencido que si evita estos malos “hábitos” comunes, estará camino a cambiar las estadísticas sobre el divorcio y crear un matrimonio saludable y feliz que durará ante cada etapa de la vida.

Los 12 hábitos que conducen al divorcio son (sin mostrar un orden en particular)…

  1. Crítica constante

Cuando ve que se enciende una luz de advertencia en el tablero de su automóvil eso significa que hay algo que no anda bien debajo de la capota lo cual necesita una atención inmediata. Una de las “luces de advertencia” más grandes en el matrimonio es la señal de la crítica constante. Cuando un esposo y una esposa comienzan a ser los críticos más grandes el uno del otro en lugar de ser los más grandes animadores y cuando comienzan a enfocarse en lo negativo en lugar de lo positivo, esto crea un espiral descendente que a menudo conduce al divorcio.

El #2 es algo que muchas parejas hacen tan pronto se casan, pero no se dan cuenta que simplemente se están preparando para el divorcio…

  1. Dividir todo en “de él” y “de ella”

Cuando un esposo y una esposa tienen cuentas bancarias separadas, pasatiempos separados, amigos separados y sueños separados, corren el riesgo de crear vidas completamente separadas. El matrimonio combina; el divorcio separa. Mientras compartan más, su matrimonio se volverá más fuerte.

El #3 es la razón por la que hay una epidemia de divorcio entre parejas que han estado casadas por 20 años o más…

  1. Poner al matrimonio “en espera” mientras se cría a los hijos

He visto muchos matrimonios hacerse pedazos porque dos personas bien intencionadas le pusieron tanto énfasis a sus hijos que olvidaron seguir invirtiendo en su matrimonio. Algunas personas reducen su relación a una sociedad de crianza, y cuando los hijos finalmente crecen, descubren que han creado un nido vacío y por ende un matrimonio vacío. Dele a sus hijos el regalo que viene de ver a sus padres viviendo en un matrimonio amoroso y próspero. Modele el tipo de matrimonio que hará que sus hijos sientan emoción por estar casados algún día.

El #4 podría ser el hábito más común (y uno de los más peligrosos) de la lista…

  1. Dar las “sobras” de uno

Algunas parejas tienen lo que llamo un “matrimonio de compañía de cable.” ¿Alguna vez se ha dado cuenta cómo es que las compañías de televisión por cable parecen darle sus mejores ofertas y servicio al principio de la relación pero que cuando termina el “período introductorio,” ellas le dan lo menos posible pero lo mantienen ahí? Algunas parejas casadas muestran excelencia dando lo mejor al principio de la relación, pero cuando transcurre el tiempo comienzan a dar las sobras. Esfuércese por continuar dando lo mejor. Crezca en su amor, su respeto y su amistad a lo largo de las diversas etapas del matrimonio.

El #5 es tóxico y cuando ocurre, ningún cónyuge va a tener paz o felicidad…

  1. Guardar rencor y “llevar la cuenta”

Si ha estado casado más de 15 minutos, hay buenas probabilidades que su cónyuge haya hecho algo para ofenderlo y que usted también haya hecho lo mismo. Cuando nuestras palabras o acciones causan daño, necesitamos admitir rápidamente nuestra falta y buscar el perdón. Cuando su cónyuge le ha ofendido, usted necesita ofrecer gracia rápidamente para que la confianza pueda comenzar a ser reconstruida y no tiene que darle lugar a que la amargura se arraigue en su corazón. No use los daños pasados como munición en las discusiones. Que la gracia fluya libremente en su matrimonio. Ningún matrimonio puede sobrevivir sin ella.

El #6 revela lo PEOR en lo que se puede confiar para la toma de decisiones en su matrimonio…

  1. Confiar en sus “sentimientos” más que en sus compromisos

Habrá días en los que podría no “sentir” ganas de estar casado, pero los sentimientos son inconstantes y nunca pueden ser nuestros principales consejeros al momento de tomar decisiones importantes. Los “sentimientos” a menudo conducen a las personas al adulterio. Las parejas más saludables han descubierto que el amor es un compromiso; no simplemente un sentimiento. El compromiso que hay entre la pareja persevera sin importar lo que ambos estén sintiendo. La fuerza de ese compromiso permite que la pareja tenga una intimidad más profunda, una conexión más fuerte y un matrimonio más feliz.

El #7 ocurre cuando la soberbia reemplaza la consideración en la relación…

  1. Tomar decisiones sin consultar con su cónyuge

Nuestra soberbia puede convencernos que no tenemos que responderle a nadie y que deberíamos tomar decisiones sin consultar con nadie. La soberbia ha sido la perdición de muchísimos matrimonios. Las parejas más saludables han aprendido que TODA decisión que toman como individuos tendrá un nivel de impacto tanto para uno como para el otro, es así que se realizan consultas respetuosa y consideradamente ante cualquier decisión.

El #8 frustra a AMBOS cónyuges y no ayuda a ninguno de los dos…

  1. Tratar de cambiar al cónyuge

Cuando trata de “cambiar” a su cónyuge, AMBOS terminarán frustrados. Como probablemente ya haya aprendido, el uno no puede cambiar al otro; sólo pueden amarse como pareja. La única parte del matrimonio en la cual tiene el poder para cambiar es la parte que ve cuando se ve ante el espejo. Esté dispuesto a cambiar sus respuestas ante el comportamiento de su cónyuge. Busque formas de amar y servir a su pareja incluso cuando ambos tengan diferencias de perspectiva o preferencia. Ambos probablemente terminarán “cambiando” para bien durante el proceso.

El #9 es el paso más grande hacia el divorcio…

  1. Planificar una estrategia de salida

Las parejas más saludables han quitado la “palabra D” (Divorcio) de sus vocabularios. Cuando amenazamos con el divorcio o cuando comenzamos a fantasear silenciosamente en una vida con alguien diferente, entonces estamos desgarrando el fundamento del matrimonio. Las parejas que hacen funcionar su matrimonio no son aquellas que nunca tuvieron alguna razón para divorciarse; son aquellas cuyo compromiso del uno para con el otro siempre fue más grande que sus diferencias y defectos.

El #10 no necesariamente involucra el sexo, pero sigue siendo un acto de infidelidad…

  1. Ocultar el hecho que es casado

Si oculta intencionalmente su estado de persona casada o proyecta “disponibilidad” coqueteando, quitándose el anillo de boda, haciéndose el soltero delante sus amigos solteros o en bares, etc., entonces ya se salió de los límites. Aquellos actos sutiles de engaño son en sí formas de infidelidad incluso si nunca conducen a una aventura sexual.

El #11 está EN TODAS PARTES, y está causando un trágico impacto en los matrimonios.

  1. Ver pornografía y novelas románticas eróticas creyendo que es “entretenimiento inofensivo”

Es un acto de infidelidad mental el que tenga fantasías sexuales apartadas de su cónyuge. Toda verdadera intimidad y toda infidelidad comienzan en la mente; no en el dormitorio. Si sus ojos y sus pensamientos están apartados de su cónyuge, entonces su corazón tomará el mismo camino. Hace dos mil años Jesús enseñó que “cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” No sea solamente físicamente monógamo. Esfuércese por ser mentalmente monógamo.

Estoy convencido que el #12 es la causa #1 del divorcio…

  1. Egoísmo

TODOS somos egoístas por naturaleza, pero un matrimonio sólo puede funcionar cuando ponemos de lado nuestro egoísmo y ponemos las necesidades de nuestra pareja por delante de las nuestras. Cuando AMBOS cónyuges están dispuestos a amarse desinteresadamente y servirse el uno al otro, el matrimonio florecerá. Lo difícil es que DEBA estar dispuesto hacerlo primero y ser desinteresado incluso en aquellos momentos en que él/ella no muestra reciprocidad. Sus acciones deben cambiar el curso de las cosas. Elija ser un termostato; no un termómetro. Un termómetro siempre se acomoda al clima dentro de un ambiente, pero el termostato CAMBIA el clima dentro del ambiente. Sea el cambio. ¡Probablemente tiene más influencia de lo que piensa!

 

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